jueves, 26 de septiembre de 2013

We were infinite.

Será que de tanto notarnos, se nos fue el tacto. Y ya ni nos comunicamos con las manos. Tampoco amanecen las sábanas arrugadas. De hecho, hemos dejado de amanecer juntos. Desde que dejamos de contar estrellas, se nos ha nublado el techo. Y no sabemos qué hacer con tantas paredes vacías. Pintando lo vacío con el poco amor que nos queda. Porque hemos sido mucho. Y alomejor ya es hora de dejar de ser.


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