jueves, 30 de agosto de 2012

miércoles, 15 de agosto de 2012

Estoy harta de ti, de ti sin mi.

Otra vez me veo a oscuras, y ya van días, que si no sé de ti, no quiero saber de nadie. Pero algo me lleva siempre debajo de tu balcón, donde solías llamarme amor, y donde se me llenaban los ojos cuando  me decías que era hora de irse. No quería irme a ninguna parte sin ti. Al final te has ido tú. Dejando todos los te quiero en el aire. En mis sábanas, para que pueda recordarte. Es tanto el daño que mi corazón solo responde cuando tu risa suena por alguna esquina, pero vuelve a pararse cuando no eres tú. Y suspiro, y me paralizo. Que te sigo queriendo. Que te echo de menos.


domingo, 12 de agosto de 2012

Dime que quieres que sea y lo seré por ti.

Que me escuches, te digo. Porque ya está bien. Te digo que te quedes a mi lado, abrazándome en la cama. Porque nunca me ha gustado la calor por la mañana en agosto, pero a tu lado todo parece menos.  Y te miro durante horas, pensando en que estabas pensando tú para dejar de abrazarme. Aunque sabes que tampoco me han gustado nunca los abrazos, porque después te despides y sales por la puerta, ni un beso. Y yo te digo que no me gusta dejarte ir. Un pie fuera y ya te echo de menos. Te pierdes por las esquinas, como me pierdes a mi. Te digo que te quiero, ahora y siempre, aunque suene tonto, he dicho siempre. Pero me mata tu indiferencia. Pero me muero sin ti. Y tú puedes pasar noches sin contar los lunares de mi cuerpo, aunque vuelvas un día porque has perdido la cuenta de cuantos tengo. Y yo que no puedo respirar si el aire no huele a ti. Te digo que te voy a querer toda una vida.