Que me quedé ahí. Por verte amanecer. Para que no me abraces.
Ni me mires.
Ni me hables.
De nada, de lo que no somos y nunca fuimos.
Por verte desaparecer.
Y a ver, quién es capaz de no volver la vista cada vez que te vas.
Y no ahogarse al oírte respirar.
Que nadie habla de esas personas que nos dejan solos.
Con la puerta abierta.
Esperando a alguien que nos rompa del todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario