La perfección lleva su nombre.

Recuerdas eso de "¿que puede ser mejor que esto?". Nada. No hay nada mejor que él.
No hay nada mejor que perderte en sus ojos y no ser capaz de aguantarle la mirada ni dos segundos.
Nada mejor que verle sonreír y pensar, "¿Lo hará por mi?".
Que no, que no hay nada mejor que tener frío y abrazarte a él, con la esperanza de que se pase. Y en efecto, se pasa.
Nada mejor que soñar con un vosotros, en un lugar inimaginable, haciendo lo que os de la gana, y el único miedo que tengas es que su sonrisa desaparezca.
Repito. Que no, que no hay nada mejor que él.
Bueno, perdón. Lo mejor de todo es ver como se muerde el labio antes de un beso.